Además de las circunstancias económicas y sociales, la familia tiene mucha influencia en la forma en que un adolescente se desempeña en la escuela. Una de las claves para que un adolescente puede desarrollar al máximo sus capacidades es la armonía familiar. El interés de los padres por acompañar a su hijo en su formación educativa sigue siendo casi imprescindible para que alcance el éxito.
Tampoco debe falta un compromiso de los padres de estimular la responsabilidad y la autonomía del adolescente. Ellos deben permanecer compenetrados con las tareas de su hijo, estar disponibles para ayudarlo y supervisar la marcha escolar; pero nunca deben limitarlos con una excesiva atención. Permanezca en contacto con los docentes de su hijo y exija una respuesta clara, concreta e integral de su desempeño.
Por supuesto, es muy importante que confié en las habilidades de su hijo y le conceda espacios de tiempo libre para que los dedique a tareas enriquecedoras como pueden ser los deportes, el arte, el desarrollo espiritual o la comunicación con personas afines a sus intereses.