Al cambiar su rutina diaria, usted puede mejorar su percepción del mundo que la rodea y tomar más conciencia de las cosas que la hace sentir bien o mal.
Cada día, pruebe modificar alguno de estos ítems que le daremos a continuación.
Por ejemplo, durante un día preste atención a su persona: fíjese si respira profundo o rápido, por la nariz o la boca; preste atención a como se llena su cuerpo con los espacios donde se mueve habitualmente; observe y sienta sus manos mientras descansa, camine o mire televisión; note la sensación de sus pies contra el suele al caminar; o concéntrese en el movimiento de sus labios al hablar.
También puede cambiar pequeños detalles de su rutina: modifique el orden de sus zapatos; tome el teléfono con la mano que no lo hace siempre, pase el reloj a la otra muñeca, abra las puertas con la mano opuesta a la habitual, o modifique la rutina del baño, parándose bajo la ducha con los ojos cerrados, o invierta el orden de lavarse el pelo y bañarse.
Una posibilidad interesante es mudar de sitio las cosas en su casa o su trabajo: no hace falta recordar el ambiente, con mover el despertador, los cuadros, algún electrodoméstico, cambiar de estantes la comida en la heladera o el teléfono en el living será suficiente para hacer que su mente reaccione.
Además puede observar cómo realiza ciertas tareas sencillas: tomar los cubiertos o una lapicera, sentarse, cepillarse los dientes, etcétera, sin necesidad de modificarlas.
Muy buenos consejos, gracias!!
hola me gustaria mas informacion acerca del tema
HEY EN SU FORMA DE CANTINFLEAR, NO SE LE DA UN SEGUIMIENTO ADECUADO A LO QUE EN REALIDAD QUIERE DECIR ESTE AUTOR TAN DESTACADO JAJAJAJAJ APRENDAN A NO OMITIR LETRAS.