Puede llegar a medir tres metros y no necesita demasiados cuidados. Fertilícela una vez por mes en invierno y en otoño. Modere los riesgos durante los meses fríos pero rocíela a menudo. No la ubique en lugares con temperaturas inferiores a los 13 grados y protéjala del ataque de las plagas porque es una especie muy sensible.