Los tres meses de vida es un tiempo prudencial para bañar por primera vez a su cachorrito. Claro que para ello deberá tener presente una serie de consejitos básicos y un extra de paciencia.
El primer paso, entonces, es llenar un recipiente donde quepa el animalito con suficiente agua tibia para después sumergirlo, pero sin nada de apuros; solo de esta manera el cachorrito mantendrá la calma.
Luego, moje su cuerpo echando agua con una jarra y aplique un poco de champú sobre el lomo. Espárzalo bien en todo el cuerpo hasta las patas. Otra opción en lugar del champú es usar jabón de coco, que también dejará el pelaje del perro muy suave y limpio.
Por último, enjúaguelo bien (también echándole agua con la jarra, de adelante y hacia atrás) séquelo con el secador de pelo a mínima velocidad y cepíllelo. En un principio, el perrito se asustará por el ruido del secador, pero, con el tiempo, se habituará.
Lo ideal es bañar al perrito una vez a la semana o cada quince días. En el caso de que necesitará un baño mas seguido le recomendamos intercalar los lavados de agua y champú con los de productos en seca para no resecar demasiado su pelaje.