Durante los tres primeros añitos, los chicos desarrollan mediante la satisfacción de su curiosidad aspectos fundamentales como la imaginación y la creatividad. Por eso, es conveniente que los papis estemos listos para ayudarlos a explorar el mundo sin que esto signifique problemas o conflictos.
Desde que empiezan a movilizarse con el gateo hasta los 3 años la casa debe amoldarse al pequeño explorador. Si bien hay que adaptar lugares como los cajones de la cocina, las mesas de luz o sitios donde puede haber objetos peligrosos, también es necesario proporcionarles cosas para que aprendan además de entretenerse.
No es necesario gastar mucho dinero en juguetes muy caro. Cucharones de madera, revistas viejas, tapas de aerosoles, cajas de cartón pueden convertirse en chiches atractivos para los pequeños. Las distintas texturas y los colores los llevarán por la curiosidad a estimular sus sentidos.
Hay otra serie de actividades que se pueden desarrollar con los chicos para estimular su curiosidad. Una de las más placenteras son los paseos, con los que recibirán muchisimos mensajes y, a partir de los dos años, leerles cuento que le será de gran interés y es una manera divertida de introducirlo al fascinante mundo de la lectura.