Si alguien se atraganta, es muy común que sienta miedo y mueva los brazos o las manos para llamar la atención porque no podrá hablar. También es probable que se ponga morado y respire con dificultad o no pueda hacerlo.
En estos casos, párese detrás de la persona y rodee su cintura con los brazos…, incline el tórax de la víctima un poco hacia adelante. Cierre una mano en un puño y colóquela entre el ombligo y las costillas. Sujete el puño con la otra mano y presione el abdomen con un movimiento rápido y hacia arriba. Repita esta acción hasta que el objeto sea expulsado.
Si usted se atraganta y está sola puede lograr el mismo efecto presionando la zona entre el ombligo y las costillas contra el respaldo de una silla varias veces hasta que el objeto salga.