No todos tienen la suerte de trabajar y dedicarse a aquellos que les gusta; muchas veces determinando trabajo se cumple más por necesidad que por satisfacción. Es una realidad. Y precisamente, para aceptarla tal cual es, no tiene sentido ponerse en contra de la situación, sino, muy por el contrario, tratar de descubrir el lado positivo de cada actividad.
Ahora, détengase a pensar. Dentro de su puesto de trabajo, de ese mismo trabajo que sostiene desde hace algunos años existen algunas actividades que le atraen más que otras. Entonces, organice su día como para poder darle más tiempo a ese trabajo; o bien, realícelo al final del día, como recompensa al esfuerzo realizado.
Además, intente superarse, incluso en las pequeñas actividades, y hacer de la mejor manera posible cada actividad; realizar con desdén cada trabajo no hace más que terminar con toda aspiración.
Claro que no sólo deberá pensar en la mejor manera de hacer su trabajo, sino también en desterrar la idea del puesto eterno y estar a la expectativa de nuevas oportunidades.