Todos sabemos que los gatitos detestan bañarse, pero, de vez en cuando, no les viene nada mal pasar bajo la ducha. Para que esta tarea resulte sencilla y, sobre todo, serena, lo mejor será que, antes de comenzar, usted prepare todo lo que necesita. Lo fundamental es el champú neutro, un recipiente plástico en el que quepa el animal, una esponja suave, algunas motitas de algodón, una toalla y una alfombra antideslizante para evitar que la mascota resbale.
Una vez que tenga todo a mano, coloque la alfombra dentro del recipiente y llénelo con agua más bien caliente, ya que los gatos no tolera el agua fría. Después tome a su gato cariñosamente, pásele un cepillo para quitar los nudos que llegara a tener y, mientras acaricia, coloque una motita de algodón dentro de cada oído. Es fundamental respetar los tiempos del animalito para evitar que se exalte.
Ahora sí, llévelo al agua. Sujete con una mano la nuca y con la otra el lomo y luego mójelo con el chorro de agua (siempre tibia) y evitando la zona de la cara. Aplique un poquito de champú y masajee su cuerpo cuidadosamente y como acariciándolo. Luego, enjuague con agua tibia y encuélvalo en la toalla mullida. Para secarlo, presione suavemente, pero sin refregar, ya que esto alterará al animalito.
Si considera que hace mucho frío para que se seque al aire libre, intente secarlo con un secador de pelo silencioso y a mínima potencia.
1 comentario en «¿Cómo bañar a mi gato?»